Siendo una abogada de inmigración eh conocido a miles de indocumentados inmigrantes en los Estados Unidos. Para muchos de ellos, puedo lograr conseguir estatus de inmigración legal en los Estados Unidos. Sin embargo, hay muchos inmigrantes indocumentados que merecen tener una oportunidad de legalizarse, pero no se ha dado la oportunidad por las antiguas leyes de inmigración de este país.
Estoy hablando de los padres de los niños que son ciudadanos de los Estados Unidos.
En Noviembre del 2014, el presidente Obama, anuncio un programa llamado “Acción diferida para los padres de los estadounidenses y residentes legales permanentes” (DAPA). Este programa permitiría a los padres de ciudadanos que puedan probar que han vivido en los Estados Unidos desde Enero, 1 del 2010, que tengan buen carácter y no hayan cometido ningún delito, que apliquen para un permiso de trabajo. Esto les permitiría recibir un seguro social y obtener una licencia de manejo. Este programa no sería un camino para poder ser un residente permanente o ciudadano, como algunas noticias han afirmado.
La mayoría de hombres y mujeres que eh conocido, podrían calificar para este programa, que son personas que trabajan duro, pagan impuestos y han vivido en los Estados Unidos por mucho tiempo. Empezaron y criaron sus familias aquí. Están involucrados en los programas de sus hijos. Son entrenadores de futbol o de béisbol, son ancianos de la iglesia, y voluntarios en refugios locales. Son amigos y vecinos. Han pasado la mayoría de sus vidas en los Estados Unidos, que en sus propios países. En mis ojos, son americanos. Sin embrago no tienen los documentos necesarios para probarlo.
La razón por la cual no han podido arreglar sus documentos es porque las leyes de hoy no lo permiten. Una vez que un ciudadano cumple sus 21 años, él puede presentar una petición, pidiéndole al gobierno de los Estados Unidos que le dé un permiso de trabajo y residencia a sus padres. Parte de este proceso, el hijo debe de probar que puede mantener a sus padres económicamente, y que sus padres tienen buen carácter, seguridad y verificación de antecedentes médicos. Este proceso puede ser bastante sencillo, si los padres pueden comprobar que entraron al país legalmente con una visa o un documento de entrada.
Sin embargo, para los padres de ciudadanos que han entrado al país sin los documentos apropiados, el proceso es más complicado. Los padres deben de comprobar que su pareja o uno de sus padres, que es ciudadano o residente, podría sufrir dificultades extremas sin él o ella. El gobierno no ve las dificultades y sufrimiento que su hijo pueda pasar sin usted. Esto quiere decir que millones de padres indocumentados, que han vivido en los Estados Unidos por muchos años, y han criado a sus hijos aquí, no califican para una residencia.
Aunque yo entienda las pólizas y argumentos detrás de estos reglamentos, me parece una injusticia cuando me encuentro con estos padres, que son muy trabajadores y dedicados, cara a cara. Nuestras pólizas de inmigración son muy anticuadas. El presidente Obama está intentando darles a estos padres la oportunidad de ser reconocidos en los Estados Unidos, sin hacerles pasar por un laberinto, con la propuesta del DAPA.
Cuando se presente esta propuesta de DAPA, espero que la Corte Suprema de Justicia se acuerde de las palabras que dijo el presidente Lyndon B Johnson:
“La tierra floreció debido a que se alimenta de tantas fuentes – porque se nutre de muchas culturas y tradiciones y de los pueblos”
Las distintas tradiciones y culturas que nos unen a todos bajo las estrellas, es los que hace a este país un lugar maravilloso. El negar documentos a una gran porción de la populación sería demasiado deprimente.